¿Cómo mejorar la alimentación de un adulto mayor?
Resulta claro que una gran variedad de culturas gastronómicas y cocinas puede promover el envejecimiento saludable. El enfoque basado en la ingesta de nutrientes recomendados resulta acotado por el hecho de que no considera el contexto ambiental, socioeconómico y del modo de vida de la alimentación.
Tampoco aborda adecuadamente la complejidad química de los alimentos y la interacción y las sinergias, ya sea entre los alimentos o entre sus componentes individuales.
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Según el enfoque nutricional de la FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) y la Organización Mundial de la Salud
basado en la alimentación, las principales recomendaciones son las siguientes:
- Remarcar el valor de los saludables platos tradicionales basados en vegetales y legumbres.
- Limitar los platos y los alimentos tradicionales con muchas conservas o encurtidos salados y alentar el empleo de hierbas y especias.
- Introducir alimentos o platos tradicionales saludables de otras cocinas (por ejemplo, el tofu de Europa y el tomate de Asia).
- Seleccionar alimentos ricos en nutrientes, como pescado, carnes magras, hígado, huevos, productos de soja (por ejemplo, tofu y tempeh) y productos
lácteos hipograsos, productos con levadura (por ejemplo, Resumen de las recomendaciones 3 untables) frutas y hortalizas, hierbas y especias, cereales
integrales, nueces y semillas. - Consumir grasa de alimentos enteros, como nueces, semillas, frijoles, aceitunas y pescados grasos. Cuando se necesiten grasas refinadas para
cocinar, seleccionarlas de una variedad de aceites líquidos, como los de alto contenido de grasas -3 y -9. Evitar los productos untables grasos. - Disfrutar los alimentos y el comer en compañía. Evitar el empleo regular de alimentos recreativos (por ejemplo, los helados, tortas y pasteles de la cultura occidental, las confituras y golosinas de la cultura malaya, y el cerdo frito de la cultura china).
- Alentar a la industria alimentaria y a las cadenas de comidas rápidas para que produzcan comidas listas para servir con bajo contenido de grasa animal.
- Consumir varias (5–6) comidas frugales no grasas. Este patrón parece relacionarse con una mayor variedad de alimentos y menor grasa corporal y
glucemia, y con niveles bajos de lípidos, especialmente si se consumen las comidas más abundantes al principio del día. - Transmitir a los hijos, los nietos y toda la comunidad todo cuanto sea posible sobre la propia cultura alimentaria, los conocimientos sobre salud y las
habilidades correspondientes. - Mantenerse físicamente activo en forma regular e incluir ejercicios que fortalezcan los músculos y mejoren el equilibrio.
- Evitar la deshidratación mediante el consumo regular de líquidos y alimentos con alto contenido de agua, especialmente en los climas cálidos.
Fuente:
Organización Panamericana de la Salud; Universidad Tufts Facultad de Ciencias y Políticas de Nutrición. (2004). Mantenerse en forma para la vida Necesidades nutricionales de los adultos mayores. Publicación Científica y Técnica No. 595.