miércoles, diciembre 4, 2024
Tecnología

Especialistas de la UNAM alfabetizan a adultos mayores con tecnologías digitales

Investigadoras de la UNAM desarrollaron Alf@bit, un sistema de aprendizaje amigable para las personas mayores; el propósito es ayudar a alfabetizarlas sin que se sientan juzgados por no saber leer o utilizar las tecnologías digitales.

Sylviane Levy Amselle y Marina Kriscautzky Laxague, de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación (DGTIC), comenzaron a trabajar en el sistema desde hace tres años.

Los usuarios son aquellos que no tuvieron la oportunidad de ir a la escuela e hicieron una vida sin saber leer ni escribir, pero ahora, a cierta edad, se sienten más excluidos porque además no saben usar un teléfono celular o una tableta”, comentó Levy Amsell.

Alf@bit es un software descargable que puede ser instalado en una computadora y no requiere de internet para funcionar. Para su uso, se creó una plataforma amigable que simula, por ejemplo, ser la carta de una hija en Estados Unidos a su madre en México, pidiendo una receta o las instrucciones para comprar materiales. Esto permite al usuario identificar las palabras, los sonidos y las letras y, al mismo tiempo, perder el miedo a apretar las teclas, usar el mouse o cambiar la pantalla de la computadora.

Durante el Coloquio del Centro Virtual de Computación (CViCom) 2018, organizado para celebrar el 60 aniversario del Cómputo en México, las creadoras del software comentaron que la plataforma fue probada de forma experimental en el Instituto Tecnológico Nacional de México, en Huachinango, Puebla, en donde se atendió a una decena de personas mayores que viven en los alrededores de la escuela, así como a una veintena de niños analfabetos de entre 12 y 15 años de edad.

Los educadores usaron bien el software en el 80 por ciento de las clases y no hubo deserción. Todos aprendieron a usar las computadoras y reforzaron el conocimiento y su confianza al estudiar. “Logramos crear un espacio en donde los adultos no se sintieron juzgados e interactuaron libremente sin la mirada de alguien que les dijera que están bien o mal”, puntualizó Kriscautzky Laxague.

Fuente: UNAM