Mitos y realidades de las cataratas
Mito #1 Las cataratas afectan solo un ojo.
Mentira, ya que se pueden desarrollar cataratas en un ojo o en ambos.
Mito #2 Se pueden transmitir de un ojo a otro.
Las cataratas no se pueden transmitir de un ojo a otro, o de una persona a otra.
Mito #3 Las cataratas son dolorosas.
¡Para nada!, generalmente entre los principales signos y síntomas no se encuentra el dolor, únicamente causa problemas de la visión (enfoque, opacidad, brillo, resequedad, etc).
Mito #4 Se puede frenar su crecimiento.
En la mayoría de los casos las cataratas al paso del tiempo van incrementando su tamaño y/o afección en el ojo, por lo que es importante acudir con el oftalmólogo cuanto antes.
Mito #5 La cirugía es la única solución.
Es verdad, la buena noticia es que cada vez son más los avances de la medicina, que dichas cirugías no son complicadas y su recuperación es rápida.
Mito #6 Después de la cirugía los cuidados son mínimos.
La visión puede que no sea perfecta, aunque ya puede hacer su vida normal, tomando algunas precauciones como evitar esfuerzos físicos o movimientos bruscos, no tallarse los ojos, procurar dormir boca arriba o del lado del ojo no operado, utilizar lentes de sol para salir a la calle y cuidar las medidas de higiene, además de seguir su tratamiento y los controles indicados por el oftalmólogo.
Mito #7 Las cataratas se desarrollan muy rápido.
La mayoría de cataratas relacionadas con la progresión de la edad, se desarrollan poco a poco, por eso es posible que no se perciban de inmediato los cambios en la visión o las señales de cataratas en su estado temprano de desarrollo.