viernes, abril 19, 2024
Cuidadores y profesionales

Conoce tus límites: Consejos para evitar la «Sobrecarga del cuidador»

Ser cuidador, además de  requerir  tolerancia, empatía,  respeto y vocación, esta loable profesión exige contar con los conocimientos necesarios para ejercerla de manera óptima; actualizaciones y capacitaciones continuas, compromiso y ética profesional, y evitar a toda costa una mala praxis.

Ser cuidador, además de  requerir  tolerancia, empatía,  respeto y vocación, esta loable profesión exige contar con los conocimientos necesarios para ejercerla de manera óptima; actualizaciones y capacitaciones continuas, compromiso y ética profesional, y evitar a toda costa una mala praxis.

Todo lo anterior, convierte esta labor en una tarea nada sencilla, pues involucra salvaguardar la vida de otro individuo; quien ejerce esta profesión sabrá que en todo momento se pone en juego también su integridad física, biológica, psicológica, social e incluso económica, sobre todo cuando el cuidador llega a un colapso, por ser una labor agotadora y demandante, sin embargo  para que esto suceda, previamente debieron existir diferentes factores que lo propiciaran o detonaran, como por ejemplo:

  1. Mala organización de trabajo.                                                                                                  
  2. El exceso de exigencias y presiones.                                                                                
  3. Una mala gestión o la existencia de condiciones laborales insatisfactorias.   
  4. Insuficiente apoyo del grupo de trabajo.                                                                       
  5. La mayor parte de las causas del estrés laboral están relacionadas con la forma en que se define el trabajo y el modo en que se gestionan las entidades. 
  6. Problemas personales y/o familiares.
  7. Presencia de alguna enfermedad y/o padecimiento.
  8. Entre otros factores.

Cabe aclarar que aunque existan cuidadores preparados para ejercer esta labor a través de una formación profesional como es el caso de los cuidadores formales (según la clasificación de cuidadores: principal, formal e informal), para el Síndrome Bornout o sobre carga del cuidador no hay distinción alguna ante esta clasificación y formación, pues mientras existan factores que lo predisponen, será inevitable no padecer este síndrome.

 

Resulta relevante, que el cuidador, o incluso el paciente, equipo de trabajo y  la familia del paciente o cuidador, detecten oportunamente los síntomas característicos de este síndrome, evitando así las posibles consecuencias, además permitiendo que el diagnóstico y tratamiento sean efectuados satisfactoriamente por un profesionista (médico, psicólogo, gerontólogo).

Como parte de las acciones para la prevención frente a la sobre carga del cuidador, a continuación enlistamos y proponemos algunos consejos que puedes llevar a cabo durante el ejercicio de esta profesión, no importando el tipo de cuidador que seas.

 

  1.  Informarse y formarse:

Parte de los cuidadores de pacientes dependientes, no cuentan con una formación o capacitación adecuada, lo que los lleva a ejercer este nuevo o cotidiano rol con información nula de lo que se debe o no hacer con un paciente dependiente, de este modo, resulta importante mantenerse actualizado e informado sobre el tema de cuidado, siendo más específicos en el tipo de padecimiento, nivel de dependencia, durabilidad, etcétera.

Hoy en día existen diferentes instituciones públicas y privadas que ofrecen ofertas de cursos, diplomados, taller e incluso formación profesional, tanto en modalidad presencial o a distancia.

En Longevitta, continuamente te informamos sobre aquellas ofertas educativas y de formación, que pueden ser de tu interés.

 

  1. Busca utensilios y productos de apoyo para el cuidado.

De esta manera, generas que la atención que brindas sea de calidad, y lo más importante recuerda pedir ayuda a un profesional que te oriente sobre el uso de algún tipo de producto, además de procurar que éstos ya hayan sido estudiados científicamente, pues de esta manera se aporta veracidad a tu trabajo.

 

  1. No te aísles, sal de la rutina.

Aunque todos necesitamos en algún momento de un espacio propio para reflexionar, pensar, estudiar, analizar o planear, es importante seguir fomentando la interacción no solo social, sino también con el ambiente, esto ayudará a despejar tu mente, salir de la monotonía, pero sobre todo a estar involucrada con lo que pasa a tu alrededor.

“Si los cuidados no te permiten salir con frecuencia a la calle, usa el teléfono para seguir comunicándote con tus amigos y/o familiares.”

 

  1. Sé consciente de tus límites.

Tanto física, psicológica, emocional, social y económicamente, dar más de ti, implicaría una inestabilidad en todos los sentidos posibles, de modo que resulta importante una autoevaluación de tus habilidades, destrezas, capacidades y aptitudes que permiten tu desenvolvimiento, de igual manera puedes asesorarte con un especialista.

 

  1. Cuida tu salud y acude con regularidad a tu médico.

Como cuidador, siempre está latente un posible contagio o desarrollo de alguna enfermedad genética o padecimiento por una mala praxis (práctica), por ello es que resulta importante realizar un chequeo médico en un lapso no mayor a 6 meses.

Esto asegura generar una confianza entre el cuidador – paciente.

Resulta importante atender a las señales de alerta, físicas y psicológicas que detectes.

 

  1. Diseña un plan de cuidados.

“Prioriza las actividades y distribuye el tiempo y el esfuerzo que dedicas a cada una. – Si organizas tu tiempo, podrás descansar y evitarás sobresaltos u olvidos importantes. – Intenta no llegar tarde a las citas. – Fomenta las relaciones sociales como alternativa al trabajo. – Deja los papeles y las preocupaciones en la oficina.”

 

  1. Aprende a relajarte y actúa con paciencia ante situaciones que puedan desbordarte.

  1. Delega y comparte con los miembros de tu familia tareas y responsabilidades.

  1. Vigila tu descanso.

  1. Respeta los horarios de comida y mantén una dieta equilibrada.

  1. Reconoce y acepta que necesitas apoyo.

Recuerda en todo momento; para que los cuidados que quieres brindar, sean efectivos, de calidad, calidez y cumpla con tus objetivos establecidos, es importante – CUIDARSE PARA CUIDAR-

 

 

 

 

 

Referencias:

Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. (s.f.) Guía del cuidador: Cuidando contigo. España: SEGG; LINDOR AUSONIA [PDF]. Recuperado de https://www.segg.es/media/descargas/GuiaDelCuidadorSEGG.pdf

Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el Distrito Federal. (s.f.) Manual de cuidados generales para el adulto mayor disfuncional o dependiente. México; Literatura y Alternativas en Servcios Editoriales SC. [PDF] Recuperado de https://fiapam.org/wp-content/uploads/2014/09/Manual_cuidados-generales.pdf

KNOW ALZHEIMER. (2017). Módulo 3: El cuidador principal y la familia. España: Curso de formación para cuidadores. [PDF] Recuperado de https://knowalzheimer.com/wp-content/uploads/2017/03/03-Curso-Cuidadores-Alzheimer-M3.pdf

Cantos Santamaria Ángels; Tristany Casas, Ángels; [et. Al].  (s.f.) Guía de atención al cuidador. Fundación Hospital Sant Jaume i Santa Mag – dalena;  Laboratorios HARTMANN S.A. [PDF] Recuperado de file:///C:/Users/Jazmin/Documents/Doc.%20Jazmin/UNIPRE/unipre%202020/ORIENTACI%C3%93N%20FAMILIAR/11GC_SI_HH%20(1).pdf

Imágenes. Recuperadas de la Web.