Conoce tus límites: Consejos para evitar la «Sobrecarga del cuidador»
Ser cuidador, además de requerir tolerancia, empatía, respeto y vocación, esta loable profesión exige contar con los conocimientos necesarios para ejercerla de manera óptima; actualizaciones y capacitaciones continuas, compromiso y ética profesional, y evitar a toda costa una mala praxis.
Ser cuidador, además de requerir tolerancia, empatía, respeto y vocación, esta loable profesión exige contar con los conocimientos necesarios para ejercerla de manera óptima; actualizaciones y capacitaciones continuas, compromiso y ética profesional, y evitar a toda costa una mala praxis.
Todo lo anterior, convierte esta labor en una tarea nada sencilla, pues involucra salvaguardar la vida de otro individuo; quien ejerce esta profesión sabrá que en todo momento se pone en juego también su integridad física, biológica, psicológica, social e incluso económica, sobre todo cuando el cuidador llega a un colapso, por ser una labor agotadora y demandante, sin embargo para que esto suceda, previamente debieron existir diferentes factores que lo propiciaran o detonaran, como por ejemplo:
- Mala organización de trabajo.
- El exceso de exigencias y presiones.
- Una mala gestión o la existencia de condiciones laborales insatisfactorias.
- Insuficiente apoyo del grupo de trabajo.
- La mayor parte de las causas del estrés laboral están relacionadas con la forma en que se define el trabajo y el modo en que se gestionan las entidades.
- Problemas personales y/o familiares.
- Presencia de alguna enfermedad y/o padecimiento.
- Entre otros factores.
Cabe aclarar que aunque existan cuidadores preparados para ejercer esta labor a través de una formación profesional como es el caso de los cuidadores formales (según la clasificación de cuidadores: principal, formal e informal), para el Síndrome Bornout o sobre carga del cuidador no hay distinción alguna ante esta clasificación y formación, pues mientras existan factores que lo predisponen, será inevitable no padecer este síndrome.
Resulta relevante, que el cuidador, o incluso el paciente, equipo de trabajo y la familia del paciente o cuidador, detecten oportunamente los síntomas característicos de este síndrome, evitando así las posibles consecuencias, además permitiendo que el diagnóstico y tratamiento sean efectuados satisfactoriamente por un profesionista (médico, psicólogo, gerontólogo).
Como parte de las acciones para la prevención frente a la sobre carga del cuidador, a continuación enlistamos y proponemos algunos consejos que puedes llevar a cabo durante el ejercicio de esta profesión, no importando el tipo de cuidador que seas.
-
Informarse y formarse:
Parte de los cuidadores de pacientes dependientes, no cuentan con una formación o capacitación adecuada, lo que los lleva a ejercer este nuevo o cotidiano rol con información nula de lo que se debe o no hacer con un paciente dependiente, de este modo, resulta importante mantenerse actualizado e informado sobre el tema de cuidado, siendo más específicos en el tipo de padecimiento, nivel de dependencia, durabilidad, etcétera.
Hoy en día existen diferentes instituciones públicas y privadas que ofrecen ofertas de cursos, diplomados, taller e incluso formación profesional, tanto en modalidad presencial o a distancia.
En Longevitta, continuamente te informamos sobre aquellas ofertas educativas y de formación, que pueden ser de tu interés.
-
Busca utensilios y productos de apoyo para el cuidado.
De esta manera, generas que la atención que brindas sea de calidad, y lo más importante recuerda pedir ayuda a un profesional que te oriente sobre el uso de algún tipo de producto, además de procurar que éstos ya hayan sido estudiados científicamente, pues de esta manera se aporta veracidad a tu trabajo.
-
No te aísles, sal de la rutina.
Aunque todos necesitamos en algún momento de un espacio propio para reflexionar, pensar, estudiar, analizar o planear, es importante seguir fomentando la interacción no solo social, sino también con el ambiente, esto ayudará a despejar tu mente, salir de la monotonía, pero sobre todo a estar involucrada con lo que pasa a tu alrededor.
“Si los cuidados no te permiten salir con frecuencia a la calle, usa el teléfono para seguir comunicándote con tus amigos y/o familiares.”
-
Sé consciente de tus límites.
Tanto física, psicológica, emocional, social y económicamente, dar más de ti, implicaría una inestabilidad en todos los sentidos posibles, de modo que resulta importante una autoevaluación de tus habilidades, destrezas, capacidades y aptitudes que permiten tu desenvolvimiento, de igual manera puedes asesorarte con un especialista.
-
Cuida tu salud y acude con regularidad a tu médico.
Como cuidador, siempre está latente un posible contagio o desarrollo de alguna enfermedad genética o padecimiento por una mala praxis (práctica), por ello es que resulta importante realizar un chequeo médico en un lapso no mayor a 6 meses.
Esto asegura generar una confianza entre el cuidador – paciente.
Resulta importante atender a las señales de alerta, físicas y psicológicas que detectes.
-
Diseña un plan de cuidados.
“Prioriza las actividades y distribuye el tiempo y el esfuerzo que dedicas a cada una. – Si organizas tu tiempo, podrás descansar y evitarás sobresaltos u olvidos importantes. – Intenta no llegar tarde a las citas. – Fomenta las relaciones sociales como alternativa al trabajo. – Deja los papeles y las preocupaciones en la oficina.”
-
Aprende a relajarte y actúa con paciencia ante situaciones que puedan desbordarte.
-
Delega y comparte con los miembros de tu familia tareas y responsabilidades.
-
Vigila tu descanso.
-
Respeta los horarios de comida y mantén una dieta equilibrada.
-
Reconoce y acepta que necesitas apoyo.
Recuerda en todo momento; para que los cuidados que quieres brindar, sean efectivos, de calidad, calidez y cumpla con tus objetivos establecidos, es importante – CUIDARSE PARA CUIDAR-
Referencias:
Sociedad Española de Geriatría y Gerontología. (s.f.) Guía del cuidador: Cuidando contigo. España: SEGG; LINDOR AUSONIA [PDF]. Recuperado de https://www.segg.es/media/descargas/GuiaDelCuidadorSEGG.pdf
Instituto para la Atención de los Adultos Mayores en el Distrito Federal. (s.f.) Manual de cuidados generales para el adulto mayor disfuncional o dependiente. México; Literatura y Alternativas en Servcios Editoriales SC. [PDF] Recuperado de https://fiapam.org/wp-content/uploads/2014/09/Manual_cuidados-generales.pdf
KNOW ALZHEIMER. (2017). Módulo 3: El cuidador principal y la familia. España: Curso de formación para cuidadores. [PDF] Recuperado de https://knowalzheimer.com/wp-content/uploads/2017/03/03-Curso-Cuidadores-Alzheimer-M3.pdf
Cantos Santamaria Ángels; Tristany Casas, Ángels; [et. Al]. (s.f.) Guía de atención al cuidador. Fundación Hospital Sant Jaume i Santa Mag – dalena; Laboratorios HARTMANN S.A. [PDF] Recuperado de file:///C:/Users/Jazmin/Documents/Doc.%20Jazmin/UNIPRE/unipre%202020/ORIENTACI%C3%93N%20FAMILIAR/11GC_SI_HH%20(1).pdf
Imágenes. Recuperadas de la Web.