viernes, octubre 11, 2024
Alimentación

Amaranto, alimento que se entregaba en forma de tributo y que prohibieron los españoles

El amaranto era entregado en forma de tributo al imperio mexica, entre otros productos más y lo denominaban de varias maneras, pero el más común en náhuatl fue: huauhtli, que los españoles la nombraron amaranto, palabra griega que significa imperecedera.

Con el amaranto hacían figuras con la representación de sus dioses y las comían al finalizar sus rituales.

Los cronistas españoles cuentan que los conquistadores rechazaron el uso ritual de esta planta, pues se asemejaba a la comunión cristiana, por lo que prohibieron su cultivo y consumo. A pesar que estuvo muchos años prohibido, el amaranto sobrevivió en nuestras culturas disfrazado de golosinas, que es como más lo disfrutamos en el presente.

Esto lo comentó el arqueólogo, Eduardo Merlo Juárez, en la presentación del libro Amaranto: Comida cotidiana y ritual. Décimo libro de la colección tonacayotl: nuestro sustento, de la Fundación Herdez.

La presentación del libro se llevó a cabo en el salón de la academia de ingeniería, dentro del programa de la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería 2020.

En el libro se explica que el amaranto es una joya que nuestra cultura debe recuperar por su historia, su valor cultural y alimenticio.

También indica que en investigaciones realizadas en el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ) se constata que, desde el punto de vista de su aporte a la dieta y a la salud, tiene una cantidad importante de proteína de buena calidad, y un mayor contenido de lisina en comparación con los cereales. Además, el amaranto contiene calcio, magnesio, hierro, boro y aluminio, así como grasas digeribles, lo que lo hace un alimento de gran importancia nutricional.

La doctora Cristina Mapes Sánchez, etnobotánica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó en la presentación del libro que estudios arqueológicos confirman que la planta de amaranto fue domesticada y cultivada desde 5,000 a 9,000 años a. C. en las regiones de México, Guatemala y en la región andina.