Hábitos saludables para estimular tu sistema inmunológico
El sistema inmunológico es complejo. Tiene que estar fuerte para combatir enfermedades e infecciones.
Pero a la vez debe mantener un equilibrio para no reaccionar de forma innecesaria y causar alergias y otros trastornos autoinmunes.
Son varios los factores que intervienen para lograr este equilibrio, señalan expertos.
Existen hábitos diarios en los que puedes concentrarte para ayudar a tu sistema inmunológico a darle lo que necesita para combatir una infección o enfermedad.
Los especialistas del Hospital Houston Methodist explican algunos hábitos para fortalecer tu sistema inmunológico.
Una dieta saludable es clave para un sistema inmunológico fuerte
Esto significa que debes asegurarte de comer muchas verduras, frutas, legumbres, granos integrales, proteínas magras y grasas de origen vegetal.
Además de proporcionarle a tu sistema inmunológico la energía que necesita, una dieta saludable también garantiza las cantidades suficientes de micronutrimentos.
Los micronutrimentos desempeñan un papel importante en el mantenimiento del sistema inmunológico:
1. Vitamina B6, que se encuentra en el pollo, salmón, atún, plátanos, vegetales verdes y papas (con piel o cáscara)
2. Vitamina C, que se encuentra en los cítricos, incluidas las naranjas y las fresas, así como en los tomates, el brócoli y las espinacas.
3. Vitamina E, que se encuentra en las almendras, aceite de girasol y cártamo, semillas de girasol, mantequilla de maní y espinacas.
Es bueno saber que el organismo absorbe las vitaminas de manera más eficiente a partir de una alimentación natural.
Es recomendable que en lugar del uso de suplementos, apoyes tu sistema inmunológico con una dieta sana y equilibrada.
Actividad física diaria
La actividad física es muy necesaria para estar sanos y tener un sistema inmunológico saludable.
Una forma en la que el ejercicio puede mejorar la función inmune es aumentando la circulación sanguínea general.
Mejorar esta función facilita que las células del sistema inmunológico que son las que combaten infecciones viajen más fácilmente a través del cuerpo.
Estudios han demostrado que realizar tan solo 30 minutos de ejercicio moderado a vigoroso todos los días ayuda a estimular el sistema inmunológico.
Ahora que ya lo sabes, es una gran idea mantenerte activo y hacer ejercicio diariamente.
Hidratación
El agua juega un papel clave en tu cuerpo y además es fundamental para el sistema inmunológico.
Existe un líquido en tu sistema circulatorio llamado linfa que transporta importantes células inmunes para combatir infecciones alrededor del cuerpo.
Este líquido está compuesto en gran parte de agua.
Estar deshidratado hace lento el movimiento de la linfa, lo que ocasiona un sistema inmunológico poco eficiente.
Incluso, si no estás haciendo ejercicio o sudando, pierdes agua constantemente a través de la respiración, orina y deposiciones.
Para ayudar a mantener tu sistema inmunológico, asegúrate de reemplazar el agua que pierdes.
Dormir lo suficiente
Muchas funciones elementales ocurren en tu cuerpo cuando estás dormido.
Por ejemplo, las moléculas que combaten infecciones se generan mientras duermes.
Las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a enfermarse después de que se exponen a un virus.
De tal manera que es importante dormir lo suficiente cada noche y platicar con tu médico si tu sueño está afectado.
¿Y los suplementos alimenticios o vitamínicos?
Si estás buscando fortalecer tu sistema inmunológico, enfócate en llevar hábitos saludables, en lugar de confiar en las etiquetas de diversos productos.
No hay evidencia científica de que los suplementos realmente ayuden a mejorarlo.
Ni tampoco a que ayuden a combatir una infección o enfermedad de acuerdo con los especialistas médicos del Hospital Houston Methodist.
Hay cientos de suplementos en el mercado que afirman que pueden estimular el sistema inmunológico, pero ten cuidado con estas promesas.
Minimiza el estrés
El estrés se manifiesta de forma diferente en cada uno de nosotros y es importante poder identificar cuando estamos estresados.
La clave está en realizar actividades que te ayuden a reducir el estrés, como sesiones de respiración profunda, meditación, oración o ejercicio.
