sábado, abril 20, 2024
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Apaga la televisión y ponte en movimiento para reducir riesgo de trombosis venosa

Pasar demasiado tiempo frente a la televisión podría aumentar su probabilidad de desarrollar coágulos de sangre potencialmente mortales conocidos como trombosis venosa.

Incluso tratar de contrarrestar las horas de ver televisión a través de un ejercicio adecuado no es efectivo, advierte Yasuhiko Kubota de la Universidad de Minnesota en los Estados Unidos. Kubota autor principal del estudio publicado en el Journal of Thrombosis and Thrombolysis (Diario de trombosis y trombólisis).

Una sesión prolongada puede, en algunos casos, conducir a coágulos de sangre debido a que la circulación normal de la sangre a través de las piernas y los pies se ve afectada. Este estudio se centra en el riesgo de desarrollar un coágulo sanguíneo común y potencialmente mortal en la vena llamado tromboembolismo venoso (TEV). Un tipo de TEV se conoce como trombosis venosa profunda, donde los coágulos de sangre se forman en las venas profundas de las piernas. Otro serio problema es cuando el TEV se desplaza y viaja a través del torrente sanguíneo para bloquear otra vena en algún otro lugar del cuerpo. Si los TEV terminan en los pulmones, causan coágulos en los pulmones conocidos como embolia pulmonar (EP).

Comportamiento sedentario

Ver televisión es el comportamiento sedentario más común en todo el mundo. Los hallazgos de un estudio realizado en Japón durante 2016, destacaron el mayor riesgo de sufrir un TEV y su relación con las horas que pasamos frente al televisor.

Este último estudio, es el primero en centrarse en una población occidental; que se sabe que es más propensa a las condiciones de coagulación sanguínea que las personas de ascendencia asiática.

Kubota y sus colegas analizaron datos de 15,158 estadounidenses de entre 45 y 64 años cuando se inició el Estudio de Riesgo de Aterosclerosis en Comunidades (ARIC) en 1987. ARIC, es un estudio prospectivo basado en la población de enfermedades relacionadas con el flujo sanguíneo en los Estados Unidos.

Inicialmente se preguntó a los participantes sobre: su estado de salud; si hacían ejercicio o fumaban; y si tenían sobrepeso o no.

Desde entonces, los miembros del equipo de ARIC han estado en contacto regularmente con los participantes para preguntar sobre cualquier tratamiento hospitalario que pudieran haber recibido. A través del análisis de los registros hospitalarios y, cuando fue relevante; las pruebas de imagen, se anotaron 691 incidencias de TEV entre los participantes hasta 2011.

Resultados

La investigación muestran que los participantes que miraban televisión a menudo tenían más de 1.7 veces el riesgo de sufrir un TEV en comparación con los que nunca o rara vez veían televisión.

Este riesgo sigue siendo alto incluso cuando se toman en cuenta el peso o los niveles de actividad física de una persona. «Estos resultados sugieren que incluso las personas que realizan actividades físicas con regularidad no deben ignorar los daños potenciales de los comportamientos sedentarios prolongados; como ver televisión«, agrega Kubota. «Evitar ver televisión con frecuencia, aumentar la actividad física y controlar el peso corporal podría ser beneficioso para prevenir el TEV«.