Lo creas o no, tu habitación influye en medida de lo posible en tu descanso y lo más importante; en que logres dormir las horas necesarias y que tu cuerpo requiere.

Si bien, la mayoría de los trastorno del sueño –insomnio, somnolencia, entre otros- van relacionados a múltiples factores que los originan (enfermedades, alimentación, depresión, ansiedad, medicamentos etc.), jamás debemos pasar desapercibido todo lo relacionado a nuestro sueño y descanso.

Además, tener una habitación perfecta no siempre tiene que ver con tirar la casa por venta, o que se requiera de un tamaño amplio, ¡al contrario! Y te vamos a demostrar qué pequeñas acciones y cambios pueden hacer la diferencia para mejorar nuestro sueño.

• FRESCURA

Mantén tu cuarto entre los 18 y 20 °C, la temperatura fresca de la habitación permitirá interrumpir tu sueño y conciliarlo en menos tiempo.

Para ello, antes de dormir puede encender el ventilador o el aire acondicionado, preferentemente evita mantenerlos encendidos mientras duermes.

• OBSCURIDAD

La luz estimula mantener despierto al cuerpo, por lo que te sugerimos utilizar cortinas que bloqueen la entrada de luz, puede optar por doble cortina o un antifaz.

Importante: tener luz de emergencia siempre será buena opción.

• SILENCIO

Limita la contaminación de ruido, para ello evita el uso de dispositivos móviles, electrónicos (televisión o radio).

• RELÁJATE

Rodéate de colores que te transmiten calma, puedes incluir aromatizantes como el Jazmín o sándalo.

• LIMPIO

Mantén tu cuarto limpio y acomodado, que luzca agradable a la vista.

• CÓMODO

Elige un colchón y almohada que tengan la firmeza adecuada y en las mejores condiciones posibles.

¡Estamos seguros que tu sueño te lo agradecerá!