martes, mayo 7, 2024
Tecnología

La vejez: ¿Una mina de oro?

Pocos se animan a crear grandes oportunidades para esta etapa de vida, ¿será que vale la pena?

Definitivamente es un hecho que la población mundial envejece, es decir: la población adulta mayor va en aumento y siendo sinceros no todo es tan malo como parece, si lo vemos desde otra perspectiva resultaría un momento ideal para ver oportunidades donde los demás ven problemas. 

Así es, pensar en ver la forma de acercarse a este segmento poblacional, su familia o incluso los profesionales de la salud que atienden a este sector, tal y como poco a poco empresas, instituciones y varios emprendedores (con o sin experiencia) lo han estado haciendo.

¿Tú te atreverías a crear tecnología y servicios a favor de la vejez y de las personas adultas mayores?

Bueno, siendo realistas, apostar por este sector no es una tarea fácil, su desarrollo implica  más que un estado financiero adecuado y estable, sino también estudios de mercado exhaustivos, marketing, profesionistas capacitados y expertos en este sector, entre otras implicaciones que aseguran un éxito empresarial.

La creación de nuevas tecnologías (tangibles o no) es un nicho de mercado que nos sorprende cada vez más, pues éstas han facilitado en las personas mayores la realización de actividades de la vida diaria.

También facilita la labor de quienes brindamos atención al adulto mayor, por ejemplo: la creación de programas para clinimetrías, exploración, abordaje terapéutico, capacitaciones y actualizaciones, etc.

Lo anterior a juicio de empresarios y especialistas, es un nicho de mercado amplio, costoso (en sus inicios) e inclusive descuidado, pero el escenario cambia cuando se contempla que:

“La cultura del adulto mayor ha crecido y cada vez los hijos invierten más en darle calidad de vida a sus padres, señala Enrique Hernández, director general de Vida Abuelo.” 

Finalmente, se espera que si bien este sector ha llegado a ser considerado una “mina de oro”, lo idóneo es que a toda costa debamos evitar caer en la mala calidad de productos o servicios, en evitar promover prejuicios, edad-ismos, viejísimos, o discriminación por sexo, raza, status económico, pero lo más importante es mejorar la calidad de las personas adultas mayores y próximas a la vejez. 

De ahí la importancia de aterrizar las ideas, estudiar a la población objetivo y contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas adultas mayores y mejor aún, no descartar la extraordinaria acción de ser una empresa incluyente, y darle la posibilidad de inserción laboral a este sector envejecido que sin duda resulta ser  sin duda productivo, entusiasta, con experiencia y actitud.