¿CÓMO SACAR EL MAYOR PROVECHO A TU CONSULTA MÉDICA?

1.- Lleva siempre tu lista de medicamentos.

Esta pequeña acción puede reducir en gran medida el tiempo que el médico tarda en preguntar y averiguar cada uno de los medicamentos que son administrados al paciente. Para ello, previo a la consulta puedes realizar una lista de los medicamentos que consumes, o bien un calendario farmacológico (en el cual se incluyen datos como: nombre del medicamento y dosis), o en caso de que no cuentes con la posibilidad de realizar la lista, te recomiendo llevar al menos una caja de cada medicamento.

2.- Lleva las notas de otros médicos, estudios de laboratorio y/o imagen.

Cuando eres o serás atendido por más de dos especialistas, lo recomendable es que solicites copia u original de las notas de los médicos, resultados de laboratorio, con la finalidad de que los especialistas tengan conocimiento de tu posible evolución del  estado de salud y trabajen mutuamente, ¡lograrás tener una atención integral!

3.- Anota tus dudas y/o preguntas antes de acudir a consulta.

Seguramente más de una vez, antes, durante o después de la consulta te han surgido dudas respecto a cada cuando deberás tomarte tu medicamento, alguna indicación, o cualquier otra duda respecto a la atención médica que estas recibiendo, y de ser así, te recomiendo contar con un block, libreta o agenda exclusiva para tus citas médicas y cualquier duda puedas anotarla antes de que la olvides y cuando te encuentres con el médico puedas comentarle dichas dudas.

4.- Toma nota de las indicaciones que te brinda el médico.

Así como el punto anterior, tomar nota de lo que te recomienda o indica el médico es de suma importancia, pues de esta manera evitarás no llevar de manera correcta la administración de medicamentos, olvidar citar, o cualquier otro punto importante. De igual manera, puedes ocupar el block de notas.

5.- Acude acompañado de un familiar.

Aunque no siempre los pacientes pueden ingresar a las consultas médicas a menos que sea necesario o aprobado por el médico, lo ideal es que siempre puedas acudir acompañado de un familiar.  En caso de que le permitan estar en consulta, puede ser el perfecto aliado para escuchar o tomar nota de las indicaciones médicas, o brindar información al médico  sobre tu estado de salud que hayan detectado en el hogar.

6.- Pregunta por los medios para contactar a tu médico:¹

Contactar a tu médico entre citas puede ser algo frustrante, por lo que debes preguntarle cuál es la mejor forma de contactarlo cuando se trate de algo importante. Los doctores tienen diferentes gustos y preferencias a la hora de responderles a los pacientes. ¿Prefiere un correo electrónico, que le dejes un mensaje con la enfermera o un correo de voz? ¿Contesta llamadas durante la hora de almuerzo o fuera del horario de consulta? ¿Usualmente toma los mensajes de su contestadora telefónica? Si utilizas su método de contacto preferido tendrás más posibilidades de hablar con él lo más pronto posible.

7.- Prioriza.

Antes de la consulta, identifica y anota tus problemas médicos que presentas, iniciando con el que consideras más preocupante o importante, seguido de aquel problema moderado y finalmente aquel que consideras leve. ¡Todos deben ser expuestos al médico!, te recomiendo anotarlos para no olvidarlos.

8.- Anota tus próximas citas en una agenda.

Aunque creas que se te ha grabado la fecha en que te fue programada tu próxima cita, seguramente más de una vez saliste del consultorio o de recepción y lo olvidaste por completo, por ello te recomiendo anotar cada una de tus citas en tu block de notas asignado para tus consultas, o quizá generar un recordatorio en tu celular, el cual te avisará un día u horas antes a través de una alarma tu próxima cita. Además te sugiero colocar en alguna pared o espacio visible de tu casa una nota grande de dichas citas.

9.- Sé honesto con el médico.

Quizá por vergüenza, temor, o por no querer incomodar al médico, no comentes algunos puntos importantes sobre tu estado de salud, datos personales, hábitos o cualquier otro dato, esto puede llegar a ocasionar un posible mal diagnóstico, o que las atenciones médicas se prolonguen, entre muchas otras posibles consecuencias. No sufras: la mejor manera de solucionarlo es siendo sincero con los especialistas.