¿Dificultad para comer o beber? ¡Cuidado puede ser Disfagia!
La disfagia es la dificultad para tragar alimentos, líquidos o incluso saliva, y se presenta cuando los músculos y nervios que intervienen en la deglución no funcionan correctamente. En muchos casos, es un signo de problemas médicos subyacentes que afectan la función de la boca, la garganta o el esófago.
Es una condición más común de lo que muchos creen, especialmente en el adulto mayor. Sin embargo, sus síntomas pueden ser sutiles y pasar desapercibidos o, peor aún, confundirse con otras situaciones, como falta de apetito, o simples molestias al comer. Esto puede llevar a que no se le dé la atención adecuada hasta que las consecuencias sean graves.

Factores de riesgo para la disfagia en los adultos mayores
Aunque la disfagia puede ocurrir a cualquier edad, en los adultos mayores ciertos factores aumentan su riesgo:
- Enfermedades neurológicas: Condiciones como Alzheimer, Parkinson, ictus (ACV) o esclerosis múltiple pueden afectar los músculos y nervios responsables de la deglución.
- Dificultades musculares relacionadas con la edad: Con el paso de los años, los músculos involucrados en la deglución se debilitan, lo que aumenta el riesgo de disfagia.
- Problemas dentales: La falta de dientes o dientes mal ajustados dificulta la masticación, lo que puede contribuir a la disfagia.
- Reflujo gastroesofágico (ERGE): El reflujo persistente puede causar inflamación en el esófago, dificultando la deglución de alimentos y líquidos.
- Medicamentos: Algunos fármacos pueden afectar la función muscular o la producción de saliva, lo que también impacta la deglución.
Signos y síntomas comunes de la disfagia
A menudo se pueden camuflar como rechazo a comer o falta de apetito, pero ignorar estos síntomas puede llevar a complicaciones graves. Entre los principales datos destacan:
- Dificultad para tragar alimentos o líquidos. Puede tardar mucho tiempo en comer o beber, o rechazar ciertos alimentos incluso que anteriormente eran sus favoritos.
- Atragantarse o toser al comer o beber.
- Molestia al comer o beber. Comentar que «no tiene hambre» o «no le apetece comer» a menudo puede ser un intento de evitar el malestar que provoca la deglución.
- Dejar los platos casi intactos. Si antes comían normalmente, pero ahora dejan los platos sin terminar, podría ser una señal de disfagia
Algunas señales sin duda conforme se complica esta condición pueden amenazar la salud y la vida de tu ser querido, por ejemplo:
- Riesgo de desnutrición y deshidratación.
- Riesgo de aspiración y neumonía: Cuando los alimentos o líquidos entran en las vías respiratorias en lugar de en el estómago, pueden causar infecciones pulmonares graves, como la neumonía por aspiración.
- Mala calidad de vida: La incomodidad y el miedo de atragantarse pueden afectar la autoestima y la interacción social, creando un círculo vicioso de aislamiento.

Recomendaciones para abordar la disfagia
El abordaje de la disfagia debe ser integral y personalizado, dependiendo de la causa subyacente. Aquí te dejamos algunas recomendaciones clave para gestionar la disfagia en el adulto mayor:

Consulta médica especializada
¡Es fundamental una valoración médica! Un diagnóstico adecuado por parte de un geriatra u otorrinolaringólogo es crucial. Este especialista puede determinar la causa exacta y desarrollar un plan de tratamiento.

Adapta la alimentación
Los alimentos y líquidos deben adaptarse a las necesidades del paciente. Considera las siguientes opciones:
- Alimentos triturados o blandos: Prepara purés, sopas o alimentos fáciles de masticar y tragar.
- Líquidos espesados: Utiliza espesantes de líquidos para facilitar la deglución y evitar la aspiración.
- Evita alimentos secos o duros como galletas, pan o carne fibrosa.

Terapia de deglución
Un logopeda o terapeuta especializado en deglución puede enseñar ejercicios que ayuden a fortalecer los músculos implicados en el proceso de tragar. Estas terapias, a veces combinadas con cambios en la postura, pueden mejorar significativamente la capacidad de tragar.

Control de la postura al comer
Asegúrate de que tu ser querido se siente erguido al comer y beber. Evitar que coma en posiciones inclinadas o acostadas puede ayudar a reducir el riesgo de atragantamiento.
¡No ignorar las señales es clave!
La disfagia es una condición seria que, aunque puede parecer solo un malestar temporal, tiene implicaciones profundas para la salud de los adultos mayores. No debes esperar a que la situación empeore para buscar ayuda. Si notas cualquiera de los síntomas descritos, no dudes en buscar una valoración médica profesional. El trabajo en equipo con especialistas, como geriatras, nutricionistas y logopedas, es la clave para garantizar una atención adecuada.
No dejes que la disfagia pase desapercibida, toma acción y bríndales el apoyo que necesitan para vivir con dignidad y bienestar.