Frío o calor en lesiones: ¿Qué es mejor para las personas mayores?
Los accidentes pueden surgir en cualquier momento, y en personas mayores, el riesgo aumenta considerablemente.
A veces una caída o un golpe puede parecer insignificante, pero no debemos minimizar las lesiones, sobre todo en la edad adulta.
Primero, es esencial que cualquier golpe, caída o torcedura se evalúe con cuidado. Las personas mayores tienen una mayor fragilidad en sus huesos y articulaciones, lo que significa que hasta un pequeño accidente puede ser más serio de lo que parece. Ante cualquier duda, lo mejor es consultar con un profesional de la salud. Pero para esos momentos en los que una lesión leve ocurre y queremos aliviar el dolor, aquí es donde el frío y el calor pueden ayudar.
¿Frío o calor?
Existen muchas opiniones sobre cuándo usar frío o calor. Aquí te dejo los puntos clave para que no quede duda:
- Frío (Crioterapia): El frío ayuda a reducir el flujo sanguíneo en la zona lesionada. Por lo que es ideal para los primeros momentos después de la lesión, especialmente en casos de:
- Torceduras, esguinces o golpes recientes
- Inflamación visible
- Lesiones con hematomas (moretones)
Beneficios:
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- Disminuye el dolor
- Reduce la hinchazón
- Evita que la lesión se agrave en las primeras 24-48 horas
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Contraindicaciones:
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- No usar frío si tienes problemas de circulación.
- Evitar aplicarlo directamente sobre la piel, siempre usa una barrera como un paño o compresa.
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- Calor (Termoterapia): Útil para mejorar el flujo sanguíneo en zonas tensas. Sobre todo en casos de:
- Dolor muscular
- Rigidez o contracturas
- Lesiones crónicas o cuando ya ha pasado la inflamación aguda (después de 48-72 horas)
Beneficios:
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- Mejora la circulación
- Relaja los músculos tensos
- Alivia el dolor crónico
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Contraindicaciones:
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- Evitar aplicar calor en inflamaciones agudas.
- No usar si hay heridas abiertas o infecciones en la piel.
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Recomendaciones generales
- Frío: Aplicar de 10 a 15 minutos cada hora, con una toalla o compresa fría, evitando el contacto directo con la piel.
- Calor: Usar por 15-20 minutos máximo. Una opción es planchar una toalla y aplicarla con cuidado, o sumergirla en agua caliente. Asegúrate de que no esté demasiado caliente para evitar quemaduras.
Recursos para aplicar frío y calor en casa
- Frío:
- Compresas frías (puedes hacer una con un paño mojado en agua fría).
- Bolsa de hielo o productos congelados envueltos en un paño.
- Calor:
- Toallas sumergidas en agua caliente (cuidando la temperatura).
- Una toalla planchada.
- Compresas de gel calientes (que se pueden calentar en microondas).
¡Como dice el dicho: «más vale prevenir que lamentar»!
Ante cualquier duda, es mejor consultar a tu médico. No todas las lesiones son iguales, y el tratamiento más adecuado dependerá de la situación particular de la persona mayor.
Así que ya lo sabes, el frío y el calor son tus aliados, pero úsalos con sabiduría para evitar complicaciones. ¡Cuídate y mantente seguro!