Barandal o rejillas para cama de adultos mayores.
Durante años se ha hablado sobre los riesgos de usar barandales en la cama de personas mayores. Pero, ¿y si te dijera que, usados correctamente, pueden convertirse en aliados poderosos para la seguridad, autonomía y bienestar en ciertas etapas de la vejez?
Esta es una historia de evaluación, atención personalizada y decisiones informadas.

El eterno dilema: ¿sí o no?
Barandales, rejillas, barandas o protecciones para cama… lejos de ser simples “barras de metal”, los barandales pueden ser herramientas terapéuticas y funcionales, siempre y cuando estén indicados por un equipo de salud capacitado y se usen con monitoreo constante.
Recordemos que la vejez no es sinónimo de inmovilidad. Sin embargo, existen situaciones clínicas específicas que sí requieren apoyos como estos.
¿Cuándo sí considerar colocar barandales en la cama?
Estas son algunas señales clínicas, funcionales o emocionales que pueden hacerte pensar en los barandales como una opción:
- El paciente se desplaza durante el sueño, con riesgo de caer.
- Tiene problemas de equilibrio o debilidad muscular al levantarse.
- Hay antecedentes de caídas nocturnas o fracturas por caída en cama.
- Presenta deterioro cognitivo leve a moderado, con confusión nocturna.
- Vive solo y no hay cuidador presente durante la noche.
- Refiere inseguridad al dormir o miedo a caerse de la cama.
Por otro lado… ¿cuándo evitar los barandales?
❌ Cuando el paciente tiene deterioro cognitivo severo o demencia con agitación, ya que puede intentar saltar la barrera.
❌ Si tiene historial de atrapamiento o si se mueve bruscamente mientras duerme.
❌ Si no hay un plan de vigilancia o supervisión.

Barandales sí, pero con indicación clínica, diseño adecuado y monitoreo
Usar barandales sin una valoración geronto-geriátrica integral, puede ser riesgoso. Pero si se indican correctamente, pueden ser una ayuda segura, como lo indican instituciones como el Instituto Nacional de Geriatría (INGER) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) en sus lineamientos sobre prevención de caídas.
“La instalación de barandales en pacientes con riesgo de caídas puede reducir incidentes nocturnos hasta en un 30%, siempre que estén supervisados por un profesional de salud” (OMS, 2023).
Tipos de barandales recomendados
- Desmontables o plegables: ideales cuando el paciente necesita apoyo parcial para moverse, pero no se quiere limitar completamente la salida.
- De media cama: protegen pero permiten movilidad voluntaria, ideales para pacientes con movilidad reducida, pero lúcidos.
- Integrados a camas hospitalarias: con bordes acolchonados y seguros que evitan atrapamientos.
Recomendaciones esenciales antes de instalar un barandal:
- Consulta con un médico geriatra o especialista en salud del adulto mayor.
- Evalúa el tipo de cama, espacio y necesidades reales del paciente.
- Asegúrate que haya vigilancia durante la noche, o sistemas de alarma en caso de inmovilidad.
- Nunca reemplaces la presencia de un cuidador por un barandal.
- Usa dispositivos con bordes acolchados o protectores.
- Capacita a los cuidadores sobre su uso correcto.
Los barandales no deben ser símbolo de limitación, sino de prevención, autonomía guiada y bienestar planificado. Cada cuerpo, cada historia y cada vejez es distinta. Escuchar al paciente, observar sus rutinas y anticiparse a riesgos es parte del verdadero cuidado.
📚 Fuentes:
- OMS. (2023). Fall Prevention in Older Adults. https://www.who.int
- Secretaría de Salud. (2022). Manual de prevención de caídas en personas mayores.
- Instituto Nacional de Geriatría (INGER). (2023). Guía para el uso seguro de apoyos físicos.
- INAPAM. (2023). Recomendaciones para el cuidado en casa.
- American Geriatrics Society. (2022). Clinical Guidelines for the Prevention of Falls.