jueves, abril 18, 2024
Salud

Los eructos, gases y distensión abdominal pueden ser muy incómodos. Conoce las causas y cómo minimizarlos

Aunque los eructos o los gases (flatulencias) sean naturales y comunes, una cantidad excesiva de ellos acompañada por hinchazón, dolor o distensión abdominal puede interferir con las actividades cotidianas o provocar vergüenza.

Sin embargo, estos signos y síntomas generalmente no son consecuencia de una afección subyacente grave y suelen disminuir con algunos cambios simples en el estilo de vida.

  • Cuando los eructos, los gases o la distensión abdominal interfieren con las actividades cotidianas,  es hora de atenderlos.

Eructos: deshacerse del exceso de aire

Los eructos permiten al cuerpo expulsar el exceso de aire que hay en el tracto digestivo superior y, en su mayoría, son producto de tragar aire en cantidad excesiva. Sin embargo, ese aire casi nunca llega al estómago, sino que se acumula en el esófago.

  • Una persona puede ingerir aire en exceso cuando come o bebe muy rápido, habla mientras come, mastica chicle o chupa caramelos duros, bebe gaseosas o fuma. Algunas personas tragan aire como un tic nervioso, incluso cuando no comen ni beben nada, situación conocida como aerofagia.

El reflujo de ácido estomacal o la enfermedad por reflujo gastroesofágico, en ocasiones pueden causar eructos excesivos porque promueven un aumento en la deglución.

  • Los eructos crónicos pueden relacionarse con una inflamación del revestimiento del estómago (gastritis) o con una infección por Helicobacter pylori, bacteria que ocasiona algunas úlceras estomacales. En estos casos, vienen acompañados de otros síntomas como acidez estomacal o dolor abdominal.

Ante ello, expertos de Mayo Clinic te presentan algunos consejos para reducir los eructos:

  • Come y bebe lentamente. Tomar tiempo para alimentarse y beber puede ayudar a tragar menos aire. La hora de la comida debe ser un momento de relajación, porque comer estresado o al paso provoca ingerir más aire.
  • Evita refrescos y cervezas. Estas bebidas liberan dióxido de carbono, que es un gas relacionado con la expulsión de eructos.
  • Evita la goma de mascar y los caramelos duros. Masticar chicle o chupar caramelos duros obliga a ingerir con más frecuencia de lo normal, y parte de lo que ingresa al cuerpo es aire.
  • No fumar. Con la inhalación del humo, también se traga aire.
  • Revisa tu dentadura postiza. Las dentaduras postizas que no encajan bien pueden obligar a tragar más aire al comer o beber algo.
  • Ponte en movimiento. Dar un pequeño paseo después de comer puede ayudar.
  • Trata la acidez estomacal. Los antiácidos u otros remedios de venta libre pueden ayudar con la acidez estomacal leve y ocasional. En cambio, la enfermedad de reflujo gastroesofágico (ERGE) posiblemente requiera un medicamento de venta controlada bajo receta u otro tratamiento.

Flatulencias: acumulación de gases en el intestino

La presencia de gases en el intestino delgado o en el colon, generalmente es producto de la digestión o de la fermentación por parte de la flora intestinal de alimentos no digeridos, como la fibra vegetal o ciertos tipos de azúcares (carbohidratos).

Por otro lado, los gases también pueden producirse cuando el aparato digestivo no es capaz de descomponer completamente algunos alimentos, como la proteína gluten presente en la semilla de muchos cereales o el azúcar de los productos lácteos o de la fruta.
Otras causas de los gases intestinales son:

· Restos de alimentos en el colon.

· Un cambio en la flora del intestino delgado.

· Mala absorción de los carbohidratos, lo que puede alterar el equilibrio de las bacterias útiles del aparato digestivo.

· Estreñimiento; porque cuanto más tiempo permanecen los restos de los alimentos en el colon, más tiempo tienen para fermentar.

· Un trastorno digestivo, como la enfermedad celíaca y la intolerancia a la lactosa o a la fructosa.

Consejos para evitar el exceso de gases

Elimina ciertos alimentos. Entre otros, los alimentos que comúnmente producen gases son los frijoles, los guisantes (arvejas, chícharos), las lentejas, el repollo, la cebolla, el brócoli, la coliflor, los alimentos integrales, los champiñones, ciertas frutas, la cerveza y los refrescos. Intenta eliminar un alimento a la vez para ver si la situación mejora.

Lee las etiquetas. Cuando los productos lácteos parecen ser un problema, posiblemente haya cierto grado de intolerancia a la lactosa. Presta atención a lo que comes y prueba con productos que tengan bajo contenido de lactosa o que sean deslactosados.

Algunos carbohidratos indigeribles que están presentes en los alimentos sin azúcar pero aportan dulzor, como el sorbitol, el manitol y el xilitol, también pueden aumentar la cantidad de gases.

Consume menos alimentos grasos. Las grasas retrasan la digestión y, por lo tanto, aumentan el tiempo de fermentación de los alimentos.
Reduce temporalmente el consumo de alimentos con mucha fibra. La fibra aporta varios beneficios, pero muchos alimentos con alto contenido de fibra también aumentan la cantidad de gases. Incorpóralos nuevamente a tu alimentación después de un tiempo.

Pregunta a tu médico sobre los medicamentos de venta libre. Algunos productos pueden ayudar a digerir la lactosa. No se ha demostrado que los que contienen simeticona sean útiles, pero muchas personas consideran que sí funcionan. Los fármacos con enzimas alfa-galactosidasa (α-GAL) e invertasa pueden reducir los gases que se producen durante la descomposición de ciertos tipos de frijoles.

Distensión abdominal: común pero aún no bien entendida

La distensión abdominal es una sensación de pesadez o hinchazón abdominal que produce un aumento visible o mensurable en el tamaño del abdomen.
La gente suele decir que tiene distensión abdominal sobre todo cuando ni eructar, ni expeler gases, ni evacuar el intestino parecen aliviar los síntomas.

La relación exacta entre gases intestinales y distensión abdominal todavía no se entiende del todo. Muchas personas con síntomas de distensión abdominal no tienen más gases en el intestino que otras; además, algunos individuos, especialmente aquellos con síndrome del intestino irritable o ansiedad, pueden más bien tener mayor sensibilidad a los síntomas abdominales y a los gases intestinales que una cantidad excesiva de ellos.

No obstante, la distensión abdominal puede aliviarse con algunos cambios conductuales para disminuir los eructos, o con modificaciones dietarias que reduzcan las flatulencias.

¿Cuándo consultar al médico?

El exceso de eructos, gases y distensión abdominal es un problema que suele resolverse por sí solo o con algunos cambios. Cuando estos son los únicos síntomas, es poco probable que haya una afección subyacente grave.
Consulta al médico si los síntomas no mejoran con los cambios simples, sobre todo si también presentas los siguientes síntomas:

· Diarrea

· Dolor abdominal intenso y constante

· Heces sanguinolentas

· Cambios en el color o en la frecuencia de las heces

· Adelgazamiento no intencional

· Molestia en el pecho

· Pérdida de apetito o sensación de saciedad rápida

Estas afecciones podrían indicar un trastorno digestivo subyacente o escondido. Está claro que los síntomas intestinales pueden ser vergonzosos, pero no permitas que la vergüenza te impida buscar ayuda y mantenerte sano.