Plan de vida en la vejez, ¿Cómo realizarlo?
¡Imagínate! Llegar a los más de 50 años y preguntarte: «¿Qué planes puedo tener ahora y a esta edad?«
Es una pregunta común entre las personas mayores, y muchas veces la respuesta que se da es resignada, pensando que a mayor edad ya no es necesario planear. Sin duda es una situación que afecta a muchos, sobre todo en quienes viven con arrepentimientos del pasado, sintiendo que las oportunidades ya pasaron.
¡Pero tenemos buenas noticias!
Si tú quieres comenzar a plantearte metas después de los 50 o 60 años, te queremos compartir herramientas que te serán de gran utilidad para darte ese empujón de motivación.
Primero, vamos a entender qué es un plan de vida.
Un plan de vida es una guía personal que nos ayuda a definir nuestros objetivos y metas, no solo en el ámbito profesional, sino también en el personal, emocional, económico y social. Esto es importante en cualquier etapa de la vida, pero en la vejez adquiere una relevancia especial. Tener un plan de vida en la vejez puede impactar significativamente en tu bienestar emocional y físico, dándote una razón para levantarte cada mañana no solo con mayor entusiasmo o energía, sino también continúes mejorando tu calidad de vida.
Aplicarlo en tu vida diaria puede ser tan simple como tener objetivos tan pequeños que te motiven y den sentido a tu rutina, hasta proyectos más grandes que te mantengan comprometido y emocionado por el futuro.
¿Cuándo realizar un plan de vida en la vejez?
El mejor momento para realizarlo es ahora, independientemente de tu edad. La idea es que te tomes el tiempo necesario para reflexionar sobre lo que realmente quieres y cómo puedes lograrlo considerando tus capacidades físicas, mentales, sociales o económicas. Además, necesitarás calma, un lugar tranquilo y, sobre todo, que nadie te presione. No te frustres si no tienes demasiadas metas; lo importante es que sean significativas para ti y solo para ti.
¿Cómo realizar y qué incluir en un plan de vida?
¡No te preocupes!, puedes comenzar desde lo más simple únicamente papel, pluma y estar dispuesto a abrir tu mente y corazón. Reflexiona sobre tus deseos, tus intereses, limitantes y aquello que te hace o no feliz. Piensa en lo que te gustaría lograr y en las personas que quieres tener cerca. La tranquilidad es clave en este proceso, así que asegúrate de estar en un ambiente libre de distracciones.
- Realizarme un estudio de laboratorio pendiente.
- Aprender a usar el whatsapp en 5 meses.
- Conocer un pueblito mágico e invitar a un amigo.
- Comprarme una nueva chamarra.
- Inscribirme al gimnasio y acudir al menos cada tercer día.
- Ir al cine una vez al mes.
- Aprender un nuevo deporte.
Ahora bien, también existen herramientas específicas pueden ser de gran ayuda. Por ejemplo:
La rueda de la vida: te permite evaluar diferentes áreas de tu vida en un solo vistazo.
- Dibuja un círculo grande y divídelo en secciones como una pizza. Cada sección representa un área de tu vida (salud, relaciones, finanzas, desarrollo personal, contribución, ocio, etc.).
- Califica tu satisfacción en cada área del 1 al 10. Coloca un punto en cada sección, más cerca del centro si la satisfacción es baja, y más cerca del borde si es alta.
- Conecta los puntos para formar una rueda. Esto te dará una visualización de las áreas de tu vida que necesitan más atención.
- Reflexiona sobre las áreas que están menos equilibradas y establece metas específicas para mejorarlas.
- Ejemplo:
Mapa de sueños (Vision Board):
Donde puedes hacer un collage de imágenes y frases que representen tus metas y sueños, manteniéndote enfocado y motivado.
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- Te sugerimos colocarlo en un lugar visible, que te permita verlo en tu día a día, y sirva de recordatorio de tus metas y lo que haces a diario para alcanzarlas.
- Utiliza fotografías tuyas, imágenes de revistas, impresiones, etc.
- Agrega textos como tu nombre, el plazo de tus metas, frases.
- Sin duda un ejercicio perfecto para despertar la creatividad.
- Ejemplo:
Sin importar tus metas u objetivos planteados:
No olvides ser flexible; la vida está llena de cambios inesperados, y tu plan debe adaptarse a ellos. Una vez que tengas tu plan, comprométete a seguirlo, pero también sé amable contigo mismo si las cosas no salen exactamente como planeaste.
Para lograr las metas u objetivos de tu plan de vida, es esencial mantener la motivación y la disciplina. Celebra cada pequeño logro y rodéate de personas que te apoyen y te inspiren. No tengas miedo de pedir ayuda si la necesitas; a veces, un amigo o un profesional puede ofrecerte la perspectiva que necesitas para seguir adelante.
En resumen, diseñar un plan de vida en la vejez no sólo es posible, sino que puede ser una de las decisiones más enriquecedoras que tomes. A través de la reflexión y la planificación, puedes encontrar nuevos propósitos y disfrutar de una vida plena y significativa. ¡Así que no esperes más! Empieza hoy mismo y descubre todo lo que aún puedes lograr.